El primer e incansable leñador no comprendía como él, trabajando sin parar durante toda la jornada, cortaba menos leña que el segundo leñador.
Pero ...... ¿Sabes lo que hacía el segundo leñador, mientras se paraba a descansar?.......
¡Si, lo has adivinado... AFILABA SU SIERRA!
La moraleja de esta historia nos enseña una lección, que muy a menudo empresarios y ejecutivos, olvidamos con suma facilidad. ¡NO por trabajar más tiempo, obtenemos mejores resultados! y es muy bueno, que de la misma forma que hacía nuestro segundo leñador, paremos para Afilar nuestras Sierras.
Es decir, paremos un poco y nos sentemos para Afilar Nuestra Principal Herramienta ..."Nuestro Cerebro" .. para investigar, estudiar, formarnos, reflexionar y planificar..
Esto hará que los resultados se disparen y mejoren tus resultados.
si
ResponderEliminarMUY CIERTO
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